domingo, 31 de enero de 2010
Castillo de Arena
El castillito de arena que construimos se destruyo, promesas de amor que hicimos y no cumplimos nos lastimo.
Tu me prometiste darme tu querer, yo te prometí darte mi amor.
No se que paso con nuestro querer un sueño de amor que se derrumbo. “Se feliz con otro porque conmigo ya no hay remedio mañana pasado encontraras otro amor eterno.”
No se que paso con nuestro querer un sueño de amor que se derrumbo. “Se feliz con otro porque conmigo ya no hay remedio mañana pasado encontraras otro amor eterno.”
Para muchos que no lo saben, es la letra de una canción. Y de forma muy breve habla de las débiles promesas de amor que a veces nos hacemos con quien creemos ser la persona indicada.
La vida es tan especial, hay momentos que se empeña en enseñarnos lecciones que no queremos aprender. Por que simplemente nos negamos aceptar la realidad.
Pero ahí esta ella , como queriendo burlarse. Obligando nos a abrir los ojos y ver la verdad la cual no queremos creer. No hay manera de mantenernos cegados, entonces es ahí cuando aprendemos. Creemos que todo a salido de su sitio y sentimos que nuestro castillo de arena se nos derrumba.
Igual que esos castillos de arena que durante horas, y con mucha paciencia los niños construyen cerca de la orilla del mar. Muy cerca, sin darse cuenta de que en cualquier momento, una ola pueda arrasar con ellos y destruirlos.
Al terminar, se alejan un poco, para poder ver y contemplar a la distancia de una mejor manera admirar su bella obra, y se sienten tan orgullosos de haber logrado construido su sueño.
Pero a veces, ese mar tan apacible, lanza una ola contra el con un aire irónico. Y en segundos destruye todo el esfuerzo y empeño. El sueño hermoso donde habían duendes y hadas. Se queda como un simple montón de arena.
La vida a veces es así, quizás demasiadas veces. Dedicamos mucho tiempo a construir castillos de arena en nuestro corazón. Y esa persona que la convertimos en Rey, muchas veces es quien lo derrumba y desaparecen para siempre.
La vida es tan especial, hay momentos que se empeña en enseñarnos lecciones que no queremos aprender. Por que simplemente nos negamos aceptar la realidad.
Pero ahí esta ella , como queriendo burlarse. Obligando nos a abrir los ojos y ver la verdad la cual no queremos creer. No hay manera de mantenernos cegados, entonces es ahí cuando aprendemos. Creemos que todo a salido de su sitio y sentimos que nuestro castillo de arena se nos derrumba.
Igual que esos castillos de arena que durante horas, y con mucha paciencia los niños construyen cerca de la orilla del mar. Muy cerca, sin darse cuenta de que en cualquier momento, una ola pueda arrasar con ellos y destruirlos.
Al terminar, se alejan un poco, para poder ver y contemplar a la distancia de una mejor manera admirar su bella obra, y se sienten tan orgullosos de haber logrado construido su sueño.
Pero a veces, ese mar tan apacible, lanza una ola contra el con un aire irónico. Y en segundos destruye todo el esfuerzo y empeño. El sueño hermoso donde habían duendes y hadas. Se queda como un simple montón de arena.
La vida a veces es así, quizás demasiadas veces. Dedicamos mucho tiempo a construir castillos de arena en nuestro corazón. Y esa persona que la convertimos en Rey, muchas veces es quien lo derrumba y desaparecen para siempre.
Ahora que todo se derrumbo, y que me olvidas. Solo me queda desearte mucha suerte.
1 comentarios:
ooh! sí , es muy cierto mi characata bella!
1 de febrero de 2010, 14:11Publicar un comentario